1 Vistas increíbles
2 Jardín encantador
3 Buen buffet

1 Baño pequeño
2 Decoración anticuada
3 Horario del desayuno

un entorno asombroso para explorar y disfrutar del aire libre

El hotel ofrece vistas espléndidas y está a menos de 5 minutos a pie de Kvinnafossen, lo que lo convierte en un excelente punto de partida para pasear y descubrir la belleza de la zona, además de contar con un encantador jardín con mesas donde relajarse y disfrutar del entorno natural. sin duda, fue una experiencia que recordaré con cariño.

La atención del personal fue excepcional. Disfrutamos una cena deliciosa mientras admiramos las vistas al fiordo desde la terraza, lo que hizo nuestra experiencia aún más especial.

El acceso a la playa privada fue realmente agradable.

A pesar de la hermosa ubicación junto al fiordo, me decepcionó mucho la falta de opciones en el desayuno. Dos días seguidos, solo había un menú limitado, lo que hizo que cada mañana fuera algo monótona. Además, la habitación tenía una decoración anticuada que no reflejaba la belleza natural que nos rodeaba, y aunque la cama era cómoda, el baño era bastante pequeño y algo incómodo.

Sin rodeos, aquí va mi opinión

La ubicación junto al fiordo es espectacular, lo que realza la experiencia. Sin embargo, las instalaciones necesitan urgentemente actualización. La decoración de las habitaciones es obsoleta y el mobiliario se siente desgastado. Además, la presión de la ducha era deficiente y el buffet de desayuno, aunque correcto, tenía poca variedad y horarios rígidos.

las vistas son impresionantes y el embarcadero es genial. el desayuno fue limitado en una ocasión.

las vistas del fiordo desde nuestras habitaciones eran impresionantes, además, el desayuno ofrecía productos de calidad y variedad. el personal fue muy amable y siempre estuvo dispuesto a ayudar.

la limpieza del baño podría mejorar. 🧽

La habitación tenía una terraza fantástica, aunque la zona antigua necesita renovación.

vistas impresionantes en un entorno acogedor

La habitación que elegimos tenía una terraza espléndida con vistas directas al fiordo, lo que hizo que nuestra estancia fuera realmente memorable. El personal se destacó por su amabilidad, siempre dispuesto a ayudar con nuestras consultas, creando un ambiente acogedor y cálido. disfrutamos de una zona común muy agradable junto al agua, perfecta para relajarnos y admirar el paisaje.

Sin embargo, el baño era un poco pequeño, lo cual resultó incómodo en ocasiones.

El hotel tiene una mezcla interesante. Me quedé en la zona antigua, y aunque las vistas del fiordo son espectaculares, la decoración de la habitación estaba pasada de moda. La cama era cómoda y el silencio imperante se agradeció. Sin embargo, el baño podría necesitar una reforma y no tenía espacio suficiente para mis cosas. El desayuno varió. uno de los días fue abundante, pero el segundo fue más bien limitado, lo cual fue decepcionante. Hay un área común muy agradable con mesa y acceso directo al fiordo, perfecto para relajarse. El personal me pareció amable y siempre dispuesto a ayudar cuando lo necesité. En general, el entorno es bonito, pero las instalaciones dejaron algo que desear.

La habitación que elegimos tenía una terraza espléndida con vistas directas al fiordo, realmente impresionante. La cama era cómoda y el ambiente era muy acogedor, con esa mezcla de historia en la decoración que le da un toque especial. Lo único negativo fue que el baño era un poco pequeño, pero eso no afectó demasiado nuestra experiencia.

El hotel ofrece vistas espectaculares del fiordo, y la ruta de senderismo hacia la montaña de Leikanger fue perfecta para toda la familia. Disfrutamos de unas tardes agradables en la zona común con acceso directo al fiordo. Estuve con mi hermana y nuestros hijos, y todos nos sentimos encantados.

A mis hijos les hubiera gustado más opciones en el desayuno, ya que la variedad era limitada.

tuvimos una estancia de 2 noches y la habitación que elegimos tenía una terraza fantástica con vistas al fiordo. el ambiente del hotel es encantador y acogedor, dando un toque de historia que se siente en cada rincón. sin duda, el desayuno fue diferente y uno de los días ofreció opciones frescas y de calidad.

el baño era un poco pequeño.

El hotel tiene un jardín encantador y la decoración vintage crea un ambiente único.

me sentí muy a gusto, no me puedo quejar